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jueves, 22 de agosto de 2013

El amor verdadero es lo mejor que existe, salvo quizá los bocadillos de cordero

Princesas. Amor. Traición. Gigantes.Wesley. Reinos lejanos. Iñigo Montoya. El pirata Roberts. Buttercup. Es la búsqueda y defensa del amor verdadero, de los ideales de fidelidad, entrega y valor.
Alguien no ha gozado, reído, se ha emocionado con este cuento maravilloso? Acaso no es La Princesa Prometida una de esas películas que nunca os cansareis de ver? Una deliciosa película, atemporal y estupenda para los tiempos que corren...

En el film, en algún momento, se equipara el sentimiento puro del amor con los bocadillos de cordero (para el personaje del Gigante Fezzic es evidente la importancia que tienen...) Parece exagerado equiparar ambas cosas...O no?

Yo que tengo la suerte de vivir en una tierra en la que la comida es fundamental para la vida social, creo que no es para nada descabellado plantearlo así. Porque creo que la comida, y el hecho de comer es muy emocional...




ENTRANTES
Con la comida al principio, tienes una relación distante. Es más, en muchos casos te llevas mal con ella. El hecho de comer es un suplicio, un trámite cansino que hay que pasar. Y la mayoría de las cosas no te gustan!! Aunque todos tenemos nuestros favoritos. En ese tiempo, la pasta, las patatas fritas, las tortillas... Nuestras madres y padres, en muchos casos, tienen que pasar verdaderos calvarios para hacernos ver la necesidad de comer. Mi primer recuerdo culinario: mi madre haciendo tortilla de patata, mientras yo le robaba alguna de las patatas fritas mezcladas con el huevo aún crudo...
Poco a poco te vas haciendo tu paladar...
PRIMER PLATO
Después la cosa no mejora demasiado. La relación se convierte en un "aquí te pillo aquí te mato". Cuando eres joven comes cualquier cosa, en cualquier sitio. Lo único que pides es que sea rápido. En ese tiempo más que favoritos, tienes grandes odiados. Platos y alimentos que no quieres ver ni en pintura. Aunque nunca lo hayas probado!!! Y el trámite de comer, de sentarse a una mesa, es un "rollazo infumable". Aun recuerdo esas pizzas grasientas antes de ir de marcha...

SEGUNDO PLATO
Mientras creces tu relación se asienta. Te vas amoldando a sus recovecos. Le vas cogiendo el gustillo. Empiezas a valorar la buena mesa. Ya no te da pereza el pasar grandes ratos compartiendo platos, vinos, cálidas charlas al calor de un buen menú. Agradeces y aprecias las cosas bien cocinadas, hechas con cariño. Y empiezas a añorar la cocina de mamá. Te descubres diciendo cosas como "esto está muy bueno pero en mi casa lo hacen mejor.." El comer se convierte en un ritual excepcional, y si es compartido con mucha gente, más! Cuántas comidas largas y maravillosas no tendremos en nuestra retina, en nuestros oídos y en nuestro paladar?

POSTRE
En este momento de la relación, hasta te animas a cocinar. Aunque, como con los postres, hay quien esto no le agrada demasiado. Le estresa, le empalaga. Pero a los que le pillamos el truco, cocinar se convierte en un momento de desconexión, de hacer algo destinado a compartir. La cocina se convierte en laboratorio de sabores, de sonrisas, de paladares...hasta de confesiones y emociones. Aunque siempre, siempre, el mejor momento está cuando pones en la mesa el producto final. Ese momento es irrepetible... Un broche genial para un momento grande!


En resumen, lo bueno de la comida, el comer, el cocinar es que aunque es imprescindible en nuestra vida, lo podemos convertir en algo especial. Porque lo bueno de todo esto es que puede ser compartido con los demás! No dejemos que nuestra relación con la comida se convierta en rutinaria, paladeemos con emoción todos esos platos....Como decía Benjamin Button "la vida no se vive en minutos, se vive en momentos.." Y estos momentos son especiales.

No se como están los bocadillos de cordero...pero lo que si creo es que el amor a la buena mesa es reflejo del amor hacia los demás.
A comer, la mesa está puesta!!!!


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