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jueves, 26 de septiembre de 2013

Apasiónate por algo, de esa forma se esculpe el mundo a un tamaño más manejable

Un famoso guionista que vive su vida de la misma forma en la que escribe: de manera lenta, llena de miedos e inseguridades. Su hermano, que queriendo imitar a su gemelo intenta escribir tal como vive: de forma despreocupada, sin plantearse formas y convencionalismos, llena de clichés y lugares comunes. Una escritora de éxito que es incapaz de vivir la vida, aunque sí es capaz de describirla... Y un personaje que vive con pasión todo, desde las flores, hasta los peces...


En Adaptation: El ladrón de orquídeas, Spike Jonze nos relata la eterna búsqueda de la pasión, de encontrarnos con la parte más intensa, más emocional de lo que hacemos. Desde la creación de algo, hasta la consecución de nuestros objetivos vitales. Si eres capaz de apasionarte por coleccionar orquídeas...eres capaz de apasionarte por todo!

La pasión por lo que hacemos. Cuantas veces habremos pensado esto? Cuántas veces no nos habremos hecho la pregunta?: Qué es lo que realmente me apasiona?

La respuesta la encontraremos en el último instante que nos hemos entusiasmado con algo. Ese momento que hemos perdido la noción del tiempo, en que sentimos una satisfacción indescriptible. Seguro que todos estaremos pensando en algo concreto. Eso es la pasión. Es impulsiva e incontrolable.

Lo complicado, lo difícil, está en poder aplicar esta pasión a nuestra tarea, a nuestra profesión, a nuestro día a día. Ejemplos de pasión por lo que haces, los tenemos a patadas. Aquí saldrían personas como Steve Jobs, El Gran Houdini, Amelia Earhart, Walt Disney, Coco Chanel, Ferrán Adriá, Frida Khalo... Todas ellas con un denominador común: hicieron de su pasión su medio de vida, su razón de ser y en algunos casos de morir...

Pero también está Pedro Martínez, que abre su kiosco todo los días, que conoce a sus clientes y les recibe con una sonrisa en la boca. Y Rosa Fernández, peluquera de barrio que atiende como en su casa, que alegra, conversa y enriquece las sesiones de cuidado personal. Y miles de ejemplos. Todos conoceréis muchos. Los que no salen en los periódicos, ni en la televisión.

Entonces, qué es? Hacer de tu pasión un trabajo, o hacer de tu trabajo una pasión? Todos podemos hacer las cosas de forma que vayamos sintiendo pasión por ellas. Dedicándole tiempo. Fijándonos en el proceso y los resultados. Felicitándonos de los éxitos, y sacando lecturas positivas de los fracasos. Aplicándole ilusión y ganas. Y aportando algo de lo que nos apasione al proceso. Y en esto, que cada uno saque lo mejor de si.

A veces hacemos las cosa con miedo, como por inercia. O seguimos caminos marcados, ajenos a nuestra forma de ser. Cómo encontrar la pasión en esto? Mirarse en el espejo y pensar en qué me gusta de verdad? Qué tengo yo que me identifica del resto? Por qué cosas pierdo la cabeza? Al contestar estas preguntas, estaremos avanzando mucho en el terreno de nuestras pasiones, de nuestros talentos, y en definitiva de lo que nos emociona.

Walt Whitman, un poeta pasional hasta más no poder, marcó una época. Y decía algo que viene muy a cuento...

"No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye"


Este Walt, vaya personaje...

Ahora remanguémonos. Cojamos orquídeas, margaritas o tomates. Adentrémonos en nuestro interior y hagamos el mundo a nuestra medida. La pasión hará el resto!

 

jueves, 19 de septiembre de 2013

Por increíbles caminos e innumerables fatigas me he abierto camino hacia el castillo, más allá de la Ciudad de los Goblins, para recuperar al niño que me has robado

Si tuvieramos algo que recuperar, algo importante, algo muy querido... qué estariamos dispuestos a hacer?  Y si esa pérdida, la hubiesemos provocado nosotros en un arrebato de ira? Cuanto de valientes seríamos al enfrentarnos a goblins, engaños, venenos, robots gigantes...?

A Sarah no se le puso nada fácil. Redescubrir su amor por su hermanastro, arrepentirse por lo que había hecho y luchar con todas sus fuerzas contra Jareth el rey de los Goblins.Y adentrarse en un lugar lleno de sorpresas, magia y personajes inolvidables... Dentro del laberinto.

Una fábula que habla de tesón, amistad, valor, de vencer miedos y de marcarse prioridades en la vida. Un clásico del cine infantil, que nunca se pasa de moda (aunque los modelitos de David Bowie sí...).

Buscar un camino que nos lleve a algo. Probablemente no a nada que nos hayan arrebatado. O sí. Lo importante es marcarse un horizonte. No es necesario que sea el Castillo de los Goblins. Algo que nos marque el camino. Que guíe nuestros pasos.

A lo largo de la vida, andamos. Nos movemos constantemente. A veces corremos, e incluso en ocasiones esprintamos. Pero la mayoría de las veces, no vemos el camino. No somos conscientes de qué estamos recorriendo, y eso a la larga, nos pasa factura. Llegamos a sitios insospechados, y no nos hemos enterado de cómo!

Yo que me he subido a esta "escalera mecánica de la vida" en múltiples ocasiones, ahora soy consciente que debemos cambiar el método. Empezar a andar nuestro caminito, aunque sea mucho más lento, pero siendo conscientes de por donde vamos. Vivir lo que hacemos, con la gente con lo que lo hacemos. En ocasiones iremos por caminos poco transitados, pero eso marcará la diferencia.

También es importante aplicarle algo de imaginación! Ser creativos, distintos, diferentes y porque no, raros! Cada paso es algo nuevo, algo recién creado. Por eso podemos hacerlo de la manera que nos guste!

Hacerlo divertido. Los planteamientos aburridos de la vida son el denominador común de muchos/as. Cuando disfrutamos el tiempo vuela, lo saboreamos y nos deja un regustillo tan agradable...

Y cuando empezamos a replantearnos todo esto, vuelve a nosotros algo fundamental para el viaje: La Ilusión. Ese condimento que hace que consigamos nuestras metas, que nos esforcemos que sonriamos, que queramos ser mejores y conseguir todo lo que nos propongamos... Con esa ilusión somos capaces de convertir en éxitos nuestros fracasos.

El Gran Houdini, fracasó en su último número. No fue capaz de salir del baul encadenado en el sitio dónde él preveía. Todo el mundo lo dio por muerto. Meses después se presentó en el teatro con su mayor logro bajo el brazo: habia escapado de la misma muerte! La ilusión por hacer algo diferente, por convertirse en el más grande lo llevo hasta allí.

Por eso tenemos que pasar del modo automático al modo manual. Pasar del "Por que me sucede esto a mi?" al "Qué quiero que me suceda? A dónde quiero llegar?". Tenemos el equipo. Las aptitudes para conseguirlo. Tenemos experiencia, y dotes especiales. Y todos/as podemos salir del laberinto en el que nos hallemos. Y dirigirnos a todos los lugares que nos propongamos. Yo ya he iniciado el viaje. y oye....es apasionante!

Sigo por caminos, fatigado, abriendome camino hasta el Castillo de los Goblins, y más allá. He recuperado al niño interior que me habian arrebatado. Pero aunque más lento, me paro cuando me apetece, hablo con los viajeros y me felicito al terminar la jornada.

Cómo decían en otra película "Vivimos a la altura de nuestros ojos, a mitad de camino entre las estrellas y los átomos. "

Todo está abierto. Todo está a nuestra disposición. Perdamos el miedo. Por qué no nos adentramos en el laberinto e iniciamos el viaje?

 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Vaya, si me muero mientras hacemos algo dígale al embalsamador que conserve la sonrisa de felicidad de mi cara

Os imaginais que alguien manipulara vuestra mente para que hicierais cosas que no quisierais hacer? Os veis inmersos en una película de cine negro ambientada en los años cuarenta? Os creeis que Woody Allen da el perfil de un duro investigador? Todas las respuestas las encontrareis en La Maldición del Escorpión de Jade, la película que el genial Woody dedicó al cine de robos, investigadores privados, y personajes sacados directamente de las novelas de Raymond Chandler. Y todo ello, claro está, bajo el prisma especial y personal del neyorquino con gafas más famoso. Se cuenta que ofreció el papel  protagonista a Hellen Hunt, diciéndole "Había pensado en Laurent Bacall para el papel, pero no he conseguido rodar en los años cuarenta. Te interesa a ti?" Hasta para ofrecer papeles, tiene su estilo...

El protagonista, el investigador C.W. Briggs, muestra de forma muy explícita su momento de felicidad al encontrarse con una mujer estupenda. Bendito embalsamador...  Consigue condensar en una frase, ese momento en que somos conscientes de la felicidad que nos embriaga.

La felicidad. Ese concepto abstracto, que todos perseguimos, y que todos de una u otra forma hemos conocido. Sería conveniente hacerse conscientes de todos esos momentos en que fuimos, somos, y seremos felices...

La felicidad, en primer lugar se hace visible cuando pensamos en ella. Christian Pulido,un grande del mundo de la publicidad, y una persona luchadora por naturaleza, decía "La felicidad es la felicidad de pensar en la felicidad". La realidad es ni más ni menos que eso. La hacemos presente en el momento de pensar en ella. Es como Campanilla, aparece cuando la llamas con fuerza...

También es necesario, para que sea una felicidad completa y absoluta, que sea compartida. Cuantos momentos felices no seremos capaces de rescatar de la memoria, y la mayoría de ellos son con las personas que queremos, admiramos, o simplemente coincidimos?

Porque la felicidad es impredecible. Aparece en momentos que no esperamos, en los momentos que nos relajamos, que dejamos de lado los traumas, las preocupaciones, los problemas, las angustias... y disfrutamos el momento.

También, es sencilla. No se necesitan grandes aspavientos, ni demasiada infraestructura. Quien no ha sido feliz entrando en una cama con las sábanas recién puestas? Se necesita algo más para sentir esa felicidad en estado puro, natural y simple?

Además, es probable que sea esquiva. Cuanto más nos empeñemoss en buscarla conscientemente, mas nos costará encontrarla. Es como aquella palabra que no nos sale, por mucho que nos empeñemos, y cuando dejamos de pensar en ella, nos viene a la cabeza. La felicidad es un poco así. Cuando nos relajamos, cuando dejamos de ponerla en nuestro máximo objetivo, llegará por si sola.

La felicidad es también sistémica y contagiosa. Es el virus más potente que el hombre puede transmitir. y genera más energía que cualquier otra cosa. Te hace ver todo desde la perpectiva del puedo, quiero y lo haré. Un Red Bull del alma!

Con todo ello, hagamos que la felicidad conquiste cada vez más partes de nuestro día. Pensemos en ella, cuidemosla, entendamosla. Hagamos que los demás sean participes de ella, y alegrémonos de la felicidad ajena. Porque eso, nos acercara un poco más a ella, sin duda.

Y como decían en otra película "No inventes, ni robes, ni engañes, ni bebas. Pero si has de inventar, inventa un mundo mejor. Si has de robar, procura robar un corazón. Si has de engañar, engaña a la muerte. Y si has de beber, bébete los momentos de felicidad inolvidables-"

Y no esperemos a morirnos y que nos embalsamen, para demostrar nuestra felicidad! Yo soy feliz, y tú? Lo compartimos?  

 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Si no fuera porque considero que soy esclava del deber, de mi país y de mi rango esta noche no hubiese vuelto... y tal vez nunca.

Conocer  Roma la "eterna"en Vespa. Muchos de nosotros nos hemos imaginado a bordo de ella rodeando el Coliseo, mientras sonreimos con cara de bobos... La responsable de ello? La genial Vacaciones en Roma. William Wyler dió en al clavo. El futuro "papá" de Ben Hur y Funny Girl, consiguió en esta película descubrir a un icono, que para muchos ha sido una de las más grandes del cine: Audrey Hepburn... Maravillosa!

En Vacaciones en Roma, la Princesa Anna, vivía unos días completamente ajena a su realidad. La evasión perfecta. Días de felicidad y de anonimato. De hacer lo que en tu vida habitual no puedes, debes, te permiten hacer... Aunque como todo, tiene su final. Para Anna y Bradley, un Gregory Peck espectacular, (aunque para mi siempre seguirá siendo el Capitán Ahab), un final agridulce. Retomar tu vida donde la has dejado...habiendo Vivido, con mayúsculas.

Hoy ya es septiembre. Muchos de vosotros/as habreis regresado a vuestra rutina habitual. El trabajo, los colegios, el tráfico, la dichosa crisis... Es tiempo del llamado "síndrome post vacacional". Os imaginais el pedazo de síndrome que tuvieron la Princesa Anna y Bradley?

Ahora nos ahogamos en un vaso de agua. Todo se nos hace largo, denso, pesado y cargante. No tenemos paciencia. Echamos de menos los días largos, ilusionantes llenos de luz y color. El síndrome nos deja agotados, deprimidos y con un sabor amargo en la boca. Y por qué? No debería de haber motivos para ello. Venimos llenos de energía positiva. Habremos vivido momentos mágicos y únicos. A lo mejor hasta habremos conocido a alguien "especial"... Por qué tenemos la manía de amargarnos la existencia?

Deberíamos pues de iniciar nuestra rutina con otra perspectiva. La perspectiva luminosa y sonriente del que ha vivido como ha querido. Y recalco lo de sonriente. Porque la sonrisa es fundamental para que cada acción que iniciemos sea mucho más fácil, exitosa, significativa y positiva. Veía el otro día al piloto de moto GP Marc Márquez. Un tío sonriente. Gana una carrera: sonríe. Se lesiona un hombro y queda segundo:sonríe. Alguien me decía " me cae bien este tipo porque se ve que disfruta". Esa es la actitud. Echarle sonrisas a la vida, más que echarle huevos.

En nuestra "rentrée" a la rutina (que siempre deberíamos evitar que fuera rutina..., pero en fin..) podríamos hacerla de forma distinta. empezar con algo diferente. No se. Poner algo que nos recuerde a los momentos vividos en nuestra mesa de despacho. O desayunar algo diferente por la mañana.  Cosas que nos recuerden que lo vivido en vacaciones se suma a la columna del haber. Nunca del debe.

Además si existe un síndrome postcacional, existirá un síndrome prevacacional, no? A que eso lo recordamos como especial? Los días previos. Ese nerviosismo. Esas ganas de que llegue le momento. Esa felicidad que irradias. Por qué no rescatamos algo de eso y volvemos con esa actitud? La vida seguirá siendo dura, áspera y gris. Pero en nuestra pequeña parcela, la podemos ablandar, suavizar y colorear.

Todos hemos dicho alguna vez : me quedaría aquí para siempre. Ese sentimiento es aplicable a nuestra realidad. Porque en nuestras manos tenemos hacerlo inolvidable.

La princesa Anna era esclava del deber. Pero durante unas horas vivió la historia más bonita, divertida y especial que nadie había imaginado. Y tú? Estás dispuesto/a a vivirla? Yo sí, por supuesto. Te subes a mi vespa?