Conocer Roma la "eterna"en Vespa. Muchos de nosotros nos hemos imaginado a bordo de ella rodeando el Coliseo, mientras sonreimos con cara de bobos... La responsable de ello? La genial Vacaciones en Roma. William Wyler dió en al clavo. El futuro "papá" de Ben Hur y Funny Girl, consiguió en esta película descubrir a un icono, que para muchos ha sido una de las más grandes del cine: Audrey Hepburn... Maravillosa!
En Vacaciones en Roma, la Princesa Anna, vivía unos días completamente ajena a su realidad. La evasión perfecta. Días de felicidad y de anonimato. De hacer lo que en tu vida habitual no puedes, debes, te permiten hacer... Aunque como todo, tiene su final. Para Anna y Bradley, un Gregory Peck espectacular, (aunque para mi siempre seguirá siendo el Capitán Ahab), un final agridulce. Retomar tu vida donde la has dejado...habiendo Vivido, con mayúsculas.
Hoy ya es septiembre. Muchos de vosotros/as habreis regresado a vuestra rutina habitual. El trabajo, los colegios, el tráfico, la dichosa crisis... Es tiempo del llamado "síndrome post vacacional". Os imaginais el pedazo de síndrome que tuvieron la Princesa Anna y Bradley?
Ahora nos ahogamos en un vaso de agua. Todo se nos hace largo, denso, pesado y cargante. No tenemos paciencia. Echamos de menos los días largos, ilusionantes llenos de luz y color. El síndrome nos deja agotados, deprimidos y con un sabor amargo en la boca. Y por qué? No debería de haber motivos para ello. Venimos llenos de energía positiva. Habremos vivido momentos mágicos y únicos. A lo mejor hasta habremos conocido a alguien "especial"... Por qué tenemos la manía de amargarnos la existencia?
Deberíamos pues de iniciar nuestra rutina con otra perspectiva. La perspectiva luminosa y sonriente del que ha vivido como ha querido. Y recalco lo de sonriente. Porque la sonrisa es fundamental para que cada acción que iniciemos sea mucho más fácil, exitosa, significativa y positiva. Veía el otro día al piloto de moto GP Marc Márquez. Un tío sonriente. Gana una carrera: sonríe. Se lesiona un hombro y queda segundo:sonríe. Alguien me decía " me cae bien este tipo porque se ve que disfruta". Esa es la actitud. Echarle sonrisas a la vida, más que echarle huevos.
En nuestra "rentrée" a la rutina (que siempre deberíamos evitar que fuera rutina..., pero en fin..) podríamos hacerla de forma distinta. empezar con algo diferente. No se. Poner algo que nos recuerde a los momentos vividos en nuestra mesa de despacho. O desayunar algo diferente por la mañana. Cosas que nos recuerden que lo vivido en vacaciones se suma a la columna del haber. Nunca del debe.
Además si existe un síndrome postcacional, existirá un síndrome prevacacional, no? A que eso lo recordamos como especial? Los días previos. Ese nerviosismo. Esas ganas de que llegue le momento. Esa felicidad que irradias. Por qué no rescatamos algo de eso y volvemos con esa actitud? La vida seguirá siendo dura, áspera y gris. Pero en nuestra pequeña parcela, la podemos ablandar, suavizar y colorear.
Todos hemos dicho alguna vez : me quedaría aquí para siempre. Ese sentimiento es aplicable a nuestra realidad. Porque en nuestras manos tenemos hacerlo inolvidable.
La princesa Anna era esclava del deber. Pero durante unas horas vivió la historia más bonita, divertida y especial que nadie había imaginado. Y tú? Estás dispuesto/a a vivirla? Yo sí, por supuesto. Te subes a mi vespa?

Hoy ya es septiembre. Muchos de vosotros/as habreis regresado a vuestra rutina habitual. El trabajo, los colegios, el tráfico, la dichosa crisis... Es tiempo del llamado "síndrome post vacacional". Os imaginais el pedazo de síndrome que tuvieron la Princesa Anna y Bradley?
Ahora nos ahogamos en un vaso de agua. Todo se nos hace largo, denso, pesado y cargante. No tenemos paciencia. Echamos de menos los días largos, ilusionantes llenos de luz y color. El síndrome nos deja agotados, deprimidos y con un sabor amargo en la boca. Y por qué? No debería de haber motivos para ello. Venimos llenos de energía positiva. Habremos vivido momentos mágicos y únicos. A lo mejor hasta habremos conocido a alguien "especial"... Por qué tenemos la manía de amargarnos la existencia?
Deberíamos pues de iniciar nuestra rutina con otra perspectiva. La perspectiva luminosa y sonriente del que ha vivido como ha querido. Y recalco lo de sonriente. Porque la sonrisa es fundamental para que cada acción que iniciemos sea mucho más fácil, exitosa, significativa y positiva. Veía el otro día al piloto de moto GP Marc Márquez. Un tío sonriente. Gana una carrera: sonríe. Se lesiona un hombro y queda segundo:sonríe. Alguien me decía " me cae bien este tipo porque se ve que disfruta". Esa es la actitud. Echarle sonrisas a la vida, más que echarle huevos.
En nuestra "rentrée" a la rutina (que siempre deberíamos evitar que fuera rutina..., pero en fin..) podríamos hacerla de forma distinta. empezar con algo diferente. No se. Poner algo que nos recuerde a los momentos vividos en nuestra mesa de despacho. O desayunar algo diferente por la mañana. Cosas que nos recuerden que lo vivido en vacaciones se suma a la columna del haber. Nunca del debe.
Además si existe un síndrome postcacional, existirá un síndrome prevacacional, no? A que eso lo recordamos como especial? Los días previos. Ese nerviosismo. Esas ganas de que llegue le momento. Esa felicidad que irradias. Por qué no rescatamos algo de eso y volvemos con esa actitud? La vida seguirá siendo dura, áspera y gris. Pero en nuestra pequeña parcela, la podemos ablandar, suavizar y colorear.
Todos hemos dicho alguna vez : me quedaría aquí para siempre. Ese sentimiento es aplicable a nuestra realidad. Porque en nuestras manos tenemos hacerlo inolvidable.
La princesa Anna era esclava del deber. Pero durante unas horas vivió la historia más bonita, divertida y especial que nadie había imaginado. Y tú? Estás dispuesto/a a vivirla? Yo sí, por supuesto. Te subes a mi vespa?
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