
No creeis que ésto dice mucho de alguien?
Ser uno mismo. Reconocimiento. Luchar por lo que crees. Transgedir y enfrentarte a normas establecidas, absurdas e inútiles. Eso representaba el Ángel Azul. Se vistió de hombre, cuando nadie lo hacía. Luchó por lo que creía y se forjo su propio "quién soy".
La mayoría de nosotros pasamos por la vida como transitando, esperando que alguien o algo nos diga nuestro lugar en el mundo. Somos actores de reparto de una peli que no entendemos. Pero de vez en cuando, logramos intuir que la vida no es una mera sucesión de escenas. Logramos vislumbrar que igual podemos ser protagonistas de algo, aunque sea un capítulo, y que de ser así, hay que currarse el papel. La Dietrich, tuvo la suerte de descubrirlo, de tomar las riendas y de creerselo.
Qué nos diferencia de ella? Qué nos hace más o menos especiales para hacernos esa composición del personaje? Por qué nos cuesta tanto definirnos?
Todos y todas tenemos ese "aquel". Todos tenemos algo que nos hace ser especiales. Únicos, diferentes. Toca buscarlo, diferenciarse encajar nuestro quién en nuestro dónde y en nuestro cuándo.
A veces es más bien un concepto abstracto, "buena persona", "feliz", "amigo de mis amigos", "raro", "complicado"... Pero la clave está en ; qué hacemos nosotros/as diariamente para estar más cerca de este concepto? Hacer este ejercicio de reflexión nos empezará a dar señales de qué me diferencia, de qué me acerca o me aleja del objetivo de ser yo mismo,ser alguien especial... de ser nuestro propio Ángel Azul (o de otro color, allá vosotros/as con vuestros gustos cromáticos!)
Ultimamente me he rodeado de gente tan especial, que la diferencia es tan clara y evidente que parece fácil. Eso, sí, el saber quien eres, no implica dejar de tener miedos e inseguridades. Pero hasta en eso, en esas personas dotadas de ese "aquel", es algo maravilloso y valiosísimo.
Con una buena amiga, intensa y radiante como La Dietrich es su mejor época y a quien quiero dedicar este post, hablábamos el otro día que la vida nos depara muchas cosas, que lo bonito del viaje es compartirlo y que siempre buscamos cómplices.. a veces camuflados de parejas, amigos, familiares o desconocidos que nos sabes porque te llegan... pero que hacen de perfectos secundarios para darte la réplica y conformar tu personaje. Eso nos ayuda a reafirmarnos, de estar más seguros, de ver que algo hay en todo esto que tiene un sentido. Bonita reflexión. Un momento de lucidez así, merece un gran aplauso. Y nos acerca más a nuestro "quién".
Lo bueno de la vida viene por una cálculo equivocado. Es aquello es en lo que siempre habías utilizado la palabra "nunca". Una mala previsión, una precipitación, una variable no contemplada...abrirse a vivirlo con naturalidad es clave para descubrirnos, y superar nuestros miedos.
Rematando esta entrada, me gustaría citar el final de otra película que, por lo menos a mi hermana y a mi, nos marcó nuestra adolescencia,y que viene muy a cuento...
"Querido señor Bernard:
Admitimos el hecho de tener que quedarnos castigados todo un sábado por habernos portado mal, pero pensamos que está usted loco al intentar forzarnos a escribir un ensayo explicándole quiénes creemos ser, porque usted simplemente nos ve como quiere vernos. En pocas palabras, la definición más conveniente sería que hemos sacado en limpio lo que hay en cada uno de nosotros: un cerebro, un atleta, una irresponsable, una princesa y un criminal. ¿Contesta eso a su pregunta?
Atentamente le saluda,
El club de los cinco."
En muchas ocasiones asumimos que somos lo que quiere ver en nosotros la gente que nos rodea : el cerebro, el atleta, la princesa...(el Club de los Cinco, sólo necesitó un sábado de castigo para darse cuenta). Esa visión, sólo nos da pistas y acertijos para guiarnos a nuestro objetivo. En el fondo está ésto: definirnos y abrirnos a vivir como tal. Y dejar de ser las proyecciones de los otros. Además si es acompañado, muchísimo mejor!
Y para terminar, no queriá olvidar a Marlene Dietrich, que nos ha ayudado a transitar por este post. Gran mujer. Y grandes la mujeres que me rodean, que conocí y que conoceré. Todas ellas destilan una energía muy potente, única y de la que todos debemos aprender. Porque en ellas, están las respuestas a muchas de nuestras preguntas acerca de quién somos.
Y para que veais lo especial que era nuestra Marlene, ahí os dejo una de sus frases más celebres:
"¿Cómo sabes que el amor se ha ido? Si dices que estarás ahí a las siete y llegas a las nueve, y él o ella no ha llamado a la policía todavía, se ha ido"
A que os morís por ver a la Dietrich en acción y oir su inimitable acento angloalemán?
Ahora me desmayaría, sin tener miedo a caer con elegancia...porque sé que caeré a mi manera, y seguro de que alguien me recojerá!!
Me encanta!!!vaya reflexión...y vaya subidón....
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